Poemas del Corazón

E

Amor de Coral

Tus ojos son dos perlas
tu cuerpo un arrecife de coral
un mar cristalino es tu vestido
encantadora hija, de la aurora boreal.

Tus pestañas son palmeras
tus turgentes senos, dos bellas colinas
tu encantado vientre es una bahía
encallar en tu puerto desearía, todos los días.

Caprichosas olas esculpen tu cintura
generosas playas resaltan tu figura
de arena fina y blanca es tu ardiente piel
como me encantaría ser, tu amante fiel.

El silbar de los vientos es tu voz altiva
el derrier de tus dunas, si que me cautiva
el ondear de la olas, es tu sensual caminar
con un vuelo de gaviota, te he de contemplar.

Por las mañanas, al brotar la alborada
el oleaje de tus costas me despierta
el suspiro de tu brisa me acaricia
y tu rocío en las hojas, me murmura.

Y me dice, joven esta es tu oportunidad
sumérgete al mar de la tranquilidad
ingresa al reino de mis profundidades
te ofrezco un océano de oportunidades.

Te entregaré el mayor de mis tesoros
te obsequiaré mis arcas llenas de oro
te revelaré los misterios de mi divinidad
y te coronaré en mi palacio con solemnidad.

Serás el rey de la inmensidad de mi acuario
serás el señor de todas mis islas y manglares
serás el amo de la biodiversidad de mis mares
y te respetarán, todas las criaturas y entidades.

Los delfines serán nuestros buenos amigos
los tiburones espantarán a nuestros enemigos
los caballitos del mar, serán nuestras mascotas
y las tortugas marinas jugarán con las langostas.

Las estrellas del mar, nos traerán la buena suerte
los pulpos y calamares nos abrazarán muy fuerte
juntos pescaremos y comeremos a manos llenas
con nuestras buenos hermanos, las ballenas.

El pez espada saldrá en defensa de nuestro honor
el pez martillo cuidará el buen orden con pundonor
el pez payaso, nos alegrará la vida y nos hará reír
y una manta raya nos cobijará, antes de dormir.

Los muros de nuestro palacio serán los acantilados
jardines de algas marinas, estarán por todos lados
mandarines y medusas engalanarán nuestros salones
camarones y merluzas traerán a nuestras habitaciones.

Las doncellas danzarán en nuestros dominios
las sirenas cantarán con nuestros niños
las mareas nos traerán prosperidad
y las tormentas llorarán de felicidad.

No podía creer, lo que me estaba ofreciendo
mi sueño mas anhelado, estaba sucediendo
esta buena oportunidad no se puede rechazar
para estar con ella, le voy a confesar.

Sí, mi diosa náutica, acataré su proposición
quiero estar contigo, en tu divina mansión
acepto tus designios, mi decisión es firme
en cuanto me persigne, voy a sumergirme.

Y uno de sus remolinos, me llevó a mi destino
arrastrándome a sus fosas, con mortal cinismo
llorando amargamente, mi absurdo desatino
me ahogué ilusamente, en el fondo de un abismo.

Y me encontré, en la más absoluta oscuridad
descorazonado y estafado, con brutal temeridad
la perversa diosa me mintió sin remordimientos
se burló infamemente, de mis nobles sentimientos.

Pero, piadosas gotas de lluvia, acariciaron mi mejilla
despertándome asustado, de esta siniestra pesadilla
y pude descubrir que vivo sólo, en una playa vacía
que soy un pobre y triste náufrago, en la isla de la fantasía.

Autor: José Antonio