RSS

17 agosto 2007

E

Anécdotas



El Perrito Universitario

Hace muchos años cuando tenía unos 12 años, vivía con mis padres en un pueblito del interior del país. Por esa época teníamos un perrito llamado Duque que se había acostumbrado con nosotros, aunque sus verdaderos dueños eran una familia de catedráticos de la universidad que residían en las afueras de la ciudad, distante unos 5 km. aproximadamente.

El perrito pasaba 3 ó 4 días en nuestra casa y luego se iba donde sus verdaderos dueños en la ciudad universitaria. El perrito estaba allá igual tiempo y luego volvía a nuestra casa y así pasaba su vida, entre las dos familias. Parece que se acostumbró a nosotros porque mi madre le daba buenas porciones de comida, que al parecer le gustó tanto y es por eso supongo que venía a estar con nosotros cuando se cansaba de la comida de sus verdaderos dueños.

En invierno cuando llovía casi todos los días, el perrito llegaba bien mojado y embarrado, era obvio porque había una parte del trayecto que no era pista y por ende al pasar por los charcos o cochas se ensuciaba con lodo.

Pero al cabo de un tiempo nos dimos cuenta que aunque lloviera ya no llegaba sucio, claro ligeramente mojado pero ya no empapado y embarrado. Le preguntamos a sus verdaderos dueños si lo traían en su carro, nos dijeron que no.

Todos en mi familia nos preguntábamos como hacía el perrito para que ahora llegue limpio, si antes llegaba bien sucio cuando llovía.

El enigma se aclaró cuando un día, vimos bajar al perrito en la esquina, a la vuelta de nuestra casa, había llegado en el omnibús de transporte de los universitarios.


Permuta Vocal

Cierto día cuando trabajaba para una compañía en Lima-Perú, se recibió en la oficina una llamada telefónica de larga distancia desde una sucursal en Iquitos, exótica ciudad ubicada a más de 1000 km. al nor-oriente de la capital.

Uno de los empleados que era del interior del país, creo que de algún pueblito de cerro de Pasco, contestó el teléfono y con voz firme y sonora habló de la siguiente manera:

- ¡ Aló, sí Equetos, si le escucho, adelante Equetos ... claro ... claro ... si, si... entendido Equetos, muy bien, hasta luego Equetos. !

Una vez terminada la converzación, con buena intención me acerco al compañero de trabajo que era mi pataza, diciendole: My friend, Iquitos se pronuncia así iiiii...quiiiii...tooooos con "i" latina, a lo que él inocentemente y moviendo las manos, me respondió:

- ¡ Piro qui quiris qui ti diga puis. !


Viaje a la Luna en Autobús

Había llegado recién a Lima para estudiar, desde mi pueblo natal Tingo María. Al inicio tenía muchos problemas para movilizarme porque no conocía la ruta de las líneas de transporte. Una vez tomé un autobús para dirigirme a visitar a mis tíos que vivían prácticamente en el otro extremo de la ciudad, por un sitio muy alejado que recién se estaba poblando.

Debido al largo trayecto, me quedé dormido, hasta que el chofer me despertó en el último paradero para que me bajara, yo era el único pasajero que quedaba. Medio soñoliento y perdido me levanto y veo por las ventanas que ya era de noche y estaba por un lugar con un paisaje desolador y desértico de aspecto lunar, a lo que al bajar las escalinatas del autobus, solo atiné a decir:

- " Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la Humanidad" ... y me fuí al frente para tomar otro autobús y volver a la tierra.


El Instalador Pornográfico


Antes de terminar de estudiar mi carrera universitaria de Electrónica y Sistemas, ingresé a practicar en una pequeña empresa de Telecomunicaciones. Un día nos mandaron a instalar una antena parabólica para televisión satelital en una casa ubicada en el distrito de San Miguel.

Culminada la instalación, uno de mis compañeros procedió a enseñar a la señora de la casa, como debe encender el Receptor Satelital y como debe manejar el control remoto.

Mi compañero pasaba de un canal a otro con el control remoto explicandole a la señora, pero en uno de esos cambios de canal, estaban pasando una película porno, pero como el estaba de espaldas al televisor y el volúmen estaba en cero, mi compañero no se percató de las candentes escenas pornográficas.

Nosotros nos quedamos sorprendidos por el concierto de flauta, clarinete y corneta que nos agarró desprevenidos. Lo peor era que el hijito de la señora de unos 4 o 5 años también estaba mirando la comilona.

Como nosotros nos quedamos como hipnotizados por no decir idiotizados, la señora después de unos instantes reaccionó y le rogó a mi compañero que cambiara de canal o lo apagara.

Nosotros cuando salimos de la casa de la señora, no sabíamos si morirnos de verguenza o morirnos de risa, que rooooooche.


El Ascensor Invisible


Cierta vez nos mandaron a instalar una Antena de Recepción en un edificio de 15 pisos en el distrito de San Isidro. El edificio muy bonito estaba casi terminado. Y bueno, a nosotros nos encargaron instalar la torre, la antena y hacer el respectivo cableado hacia todos los departamentos del edificio.

Nos tomó como 15 días de arduo trabajo terminar el proyecto, digo arduo trabajo porque teníamos que subir y bajar varias veces y a pié el edificio de 15 pisos. Cuando estábamos trabajando éramos los únicos que accedíamos al edificio, solo había un viejito guardian que era muy parco y siempre paraba molesto.

Cuando ya habían pasado como 10 días de "arduo" trabajo vinieron a trabajar al edificio unos señores que iban a colocar varias puertas en los últimos pisos, porque nos habíamos fijado que ahí faltaba culminar algunos trabajos de acabados.

Antes de ingresar al edificio entre nosotros nos estábamos vacilando y riendo porque esos señores iban a cargar varias puertas, materiales y herramientas hasta los últimos pisos. A los pobrecitos, decíamos les va a dar un infarto y nos reíamos.

Grande fue nuestra sorpresa cuando, todos se dirigieron al ascensor que nosotros pensábamos que todavía no funcionaba porque estaba casi tapado por una ruma de materiales en desuso.

No sé, pero parece que ellos se dieron cuenta de nuestra inexperiencia. Porque cuando coincidíamos en el ascensor nos miraban y pelaban su muela con una sonrisa sarcástica.


Autor: José Antonio


Comentarios